sábado, 17 de marzo de 2012

PERUANIDAD

La peruanidad, como concepto, es una abstracción, un sentimiento que esta presente en los peruanos, pero que no puede materializarse en una imagen concreta. Por ello existen símbolos que permanecen a lo largo del tiempo, pero hay otros que aparecen de pronto y nos acompañan día a día.
La peruanidad se expresa de muchas formas, algunas nos parecen comunes y corrientes, pero a los ojos del mundo 
son consideradas como maravillas.
El Perú tiene sus símbolos oficiales decretado por el Estado, estos nos han representado a lo largo de la historia. Sin embargo existen otros símbolos que los peruanos hemos creado y los seguiremos formando a partir de nuestra tradición y creatividad: son nuestras danzas, nuestra música, nuestras festividades, nuestra comida, nuestros paisajes y nuestra hospitalidad.
Razones para estar orgullos de ser peruanos nos sobran. El Perú es uno de los países más pródigos, con una historia rica en tradiciones y una geografía única: La cordillera tropical más alta del mundo; la cuenca hidrográfica más extensa y caudalosa del mundo, los más hermosos paisajes, con cataratas y cañones profundos, hermosas lagunas al pie de los nevados etc. Con una invaluable biodiversidad en ecosistemas terrestres, flora y fauna; con todos los climas, y el mar más rico del mundo.
 Nuestra historia y cultura milenaria, nos ha dejado monumentos y objetos de incalculable valor. Caral la ciudad más antigua de América, los hermosos mantos de la Cultura Paracas, superior a muchos de sus contemporáneos. La impresionante metalurgia moche, representada por el ajuar funerario de Sipán, la tecnología agrícola nazca, quienes vencieron al desierto, convirtiéndose en una de las sociedades agrícolas más importantes de la costa sudamericana, las líneas de Nazca un gran calendario astronómico, que en la actualidad asombra a todo aquel que lo visita.
El mayor legado nos lo ha dejado los Incas, un gran Imperio que se extendió por varios de los actuales países de América del Sur, convirtiéndose en una de las civilizaciones autónomas más importantes del continente. Sus construcciones, caminos y sistemas de aprovechamiento del agua, aún sorprenden y cautivan a los expertos de hoy.
La ciudad de Lima fue la capital del Virreinato y desde su fundación, la ciudad más importante de la costa occidental de América del Sur.
En los últimos años, en el marco de un proceso amplio de globalización, el Perú cuenta con motivos para sentirse orgulloso y optimista. Su economía ha venido creciendo. Machu Picchu ha sido declarado una de
las 7 nuevas maravillas del mundo. En mayo del 2008, el Perú fue sede de la cumbre de líderes de América Latina y Europa y en noviembre sede de la reunión anual de los países del APEC.

Cada vez más turistas visitan nuestro país atraídos no solo por Machu Picchu, sino también para enriquecerse con el folclore peruano, conocer las especies más raras de flora y fauna asi como disfrutar de la gastronomía peruana que ha alcanzado recientemente, auge a nivel mundial.
Sin embargo la relevancia de procesos como estos radica en que, para su plena realización como nación, la sociedad peruana requiere arraigar un sentido de identidad, de pertenencia y un espíritu de orgullo hacia lo suyo, reconocer el carácter pluricultural y multiétnico de nuestro país, que en él coexisten diversos tonos de piel, razas y culturas, cada cual con iguales derechos: hombres andinos, amazónicos, blancos, negros y chinos; miembros de una colectividad heterogénea con múltiples raíces, pero también con puntos de encuentro esenciales, como son: el compartir un mismo territorio y una misma problemática, el estar vinculados por una experiencia histórica y económica común y difícil, sobre la misma patria; todo lo cual se sintetiza en el actual estado democrático de derecho social y nos obliga, a afrontar solidariamente las necesidades y los retos del presente y del futuro, lo que contribuye a reafirmar nuestra identidad de cara al mundo.
Hace casi un siglo, el poeta José Santos Chocano canto: ¡Vale un Perú! Y el oro corrió como una onda. ¡Vale un Perú! Y las naves lleváronse el metal; Sin embargo a pesar del tiempo esta frase ha quedado sellada como uno de los símbolos de la peruanidad
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